El órgano que monitorea el cumplimiento en todo el país de
la Ley de Salud Mental reveló que el Ejecutivo porteño recurrió a la Justicia
para impedir el funcionamiento de ese organismo en la ciudad. Había denunciado
irregularidades en el Borda y el Moyano.
El Organo de Revisión de la Ley Nacional de Salud Mental
(ORN), que monitorea el cumplimiento de esa norma en todo el país, denunció que
el gobierno porteño presentó una medida cautelar en la Justicia para “impedir
el funcionamiento del ORN en el ámbito de la ciudad”. “Con esto (el Ejecutivo
porteño) no sólo obstaculiza el control del cumplimiento de derechos humanos en
hospitales de salud mental sino que se propone evitar las investigaciones de
muertes en instituciones tanto públicas como privadas”, destacó el organismo.
Según explicó el ORN, la cautelar es una respuesta a los
monitoreos en los hospitales José T. Borda y Braulio Moyano, llevados a cabo en
2014.
El ORN fue creado en 2010 por la Ley Nº 26.657 con el
objetivo de proteger los derechos humanos de las personas usuarias de servicios
de salud mental. Tiene capacidad para actuar en todo el territorio nacional y
tiene carácter intersectorial: su plenario está formado por representantes del
Ministerio de Salud de la Nación, de la Secretaría de Derechos Humanos de la
Nación y del Ministerio Público de la Defensa. También forman parte
asociaciones de familiares de usuarios del sistema de salud (Red FUV), de
profesionales y trabajadores de la salud (Asociación Argentina de Salud
Mental), y de organizaciones no gubernamentales como el CELS.
Los monitoreos realizados en los hospitales Borda y Moyano
durante el año pasado dieron cuenta de serias irregularidades: internaciones de
larga data, vulneración del derecho a la intimidad, falta de dispositivos y apoyos
que posibiliten la inclusión comunitaria, y déficit de infraestructura y de
recursos humanos. Como resultado de ello, el ORN le solicitó al Ejecutivo
porteño que adecue los servicios evaluados de acuerdo con los estándares
impuestos por la Ley de Salud Mental.
La acción judicial interpuesta por el Gobierno de la Ciudad
pone en cuestión los resultados de esos monitoreos. La medida cautelar se
asentó en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal Nº 12, a cargo de la
jueza subrogante Macarena Marra Giménez. El ORN, a través de su representante
legal María Iglesias, presentó un descargo el jueves pasado. Ahora el juzgado
debe resolver si hace lugar a la cautelar.
La ley 26.657 (reglamentada en 2013) promueve un cambio de
paradigma en el abordaje de la salud mental, mediante el reconocimiento de las
personas con padecimiento mental como sujetos de derecho con capacidad para
llevar adelante una vida en comunidad. La norma establece que los lazos
afectivos y sociales son pilares esenciales para la salud integral de cualquier
ser humano, además de reconocer expresamente el respeto de su voluntad y de su
capacidad para la toma de decisiones. En diálogo con este diario, Luis Alen,
secretario general de Derechos Humanos ante el plenario del ORN, afirmó que el Gobierno
de la Ciudad interpuso el recurso “porque se opone al proceso de
desmanicomialización, porque cerrando hospitales neuropsiquiátricos perderían
un gran negocio. La norma enfrenta la resistencia de las corporaciones médicas
porque plantea un sistema progresivo de reintegración del paciente, al que
considera un ser humano y no una cosa. Una persona con discapacidad psicosocial
no pierde la capacidad de discernir”.
La Ley de Salud Mental es de aplicación en todo el país.
“Pero el Gobierno de la Ciudad no la reconoce, en las clínicas privadas los
pacientes se pasan años internados y son conocidas las prácticas de tener a
personas atadas o con excesiva medicación en desmérito de su salud. Incluso hay
jueces que desconocen la autoridad de aplicación en desmedro del Ministerio
Público de la Defensa y hasta hay una resistencia a dejar a un lado las salas
de aislamiento (que equivalen a cárceles de máxima seguridad), deshumanizando a
quienes padecen un trastorno psíquico o tienen problemas de adicción. La gestión
macrista defiende el modelo de salud como negocio y afirma que los hospitales
se llenan de gente de la provincia, algo totalmente discriminatorio. También
busca evitar que se investiguen las muertes ocurridas en las instituciones de
salud mental del país y la que sugiere la prohibición de la aplicación de
electroshock”, denunció Alen.
La ley prevé el reemplazo progresivo de hospitales
monovalentes por el tratamiento en hospitales generales que dispongan de un
servicio de salud mental y casas de medio camino para que no estén encerrados y
aislados. Pero el Gobierno de la Ciudad dice que es imposible aplicarla. “La
integración es posible y debe hacerse con apoyo necesario, por ejemplo
designando acompañantes terapéuticos. A partir del nuevo Código Civil, las
personas con discapacidad psicosocial pueden tomar decisiones, por lo que hasta
se pueden revisar sentencias. Con el viejo Código se las estigmatizaba y hasta
se cuestionaba su capacidad jurídica. Por último, en una institución
neuropsiquiátrica toda muerte es una muerte dudosa. Por eso el Organo de
Revisión debe monitorear las causas del fallecimiento. Negar los monitoreos en
negar la ley.”
Fuente: Página 12
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