Desde que en la década del 50 se creó la primera
experiencia, la Argentina es pionera en producción pública de medicamentos. la
larga experiencia tiene en los últimos años un auge especial, con casi 50
plantas funcionando y una serie de experiencias exitosas que mostrar. La
aprobación de la promotora de la actividad en 2011 fue el punto culminante de
este proceso de crecimiento, que hoy es modelo en el mundo. Pero de manera
inesperada, desde ese instante la situación se estancó un poco. Es que el
ministerio de Salud no reglamenta la norma, que declara al medicamento como “un
bien social”, y no termina de poner en marcha una reglamentación apoyada por
todo el arco político. Esto preocupa a especialistas y promotores de la
producción estatal, que vienen alertando de los problemas de este atraso. Esta
semana, un grupo de científicos e investigadores fue más allá, y afirmó que si
no se termina de promover la ley, el sector “podría estallar”, y desarticular
las principales experiencias del sector.
La nueva advertencia la hizo el denominado Grupo de Gestión
de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología, un espacio dedicado a la
promoción de esta y otras actividades científicas y sanitarias. Según su último
documento, en materia de producción
estatal de fármacos “todo podría estallar” en la medida en que “no se
implementen proyectos públicos de envergadura que permitan una expansión
genuina y sustentable del sector”.
Para esto, el grupo ve dos obstáculos concretos: la falta de
reglamentación de la ley y la puesta en marcha del denominado Gabinete
Científico Tecnológico (GACTEC). De no modificarse esto, afirman, la situación
“puede concluir con la desarticulación de lo realizado, o de obtener resultados
opuestos a los buscados”.
Este grupo vienen difundiendo la necesidad de poner en
marcha la ley 26.688, que fomenta la actividad de los laboratorios públicos.
Pese a los muchos esfuerzos, y los beneficios que esta norma trae, “nada de eso
se hizo”. “La inoperancia ha sido total y las cosas siguen como antes. Ni
siquiera a más de dos años de promulgada la Ley, ésta ha sido reglamentada. No
sabemos si esto finalmente se debe a una decisión del ministro Juan Manzur, o
no. Lo que si está claro es que está en clara contradicción con lo que se
cotidianamente se pregona desde el mismo Gobierno”, sostuvieron.
En cuanto al GACTEC, un organismo creado para coordinar los
planes nacionales en materia de ciencia y tecnología, pasa algo similar. Según
la ley, debía ser presidido por el Jefe de Gabinete nacional, pero desde 2007
esa potestad pasó al ministerio de Ciencia. “El GACTEC nunca fue plenamente
operativo y, por lo tanto, los ministerios -donde el de Salud es un ejemplo-
hacen lo que les parece y no le tienen que explicar nada a nadie y siguen
funcionando como compartimientos estancos en un marco en donde la conducción
política de ciencia y tecnología sigue estando estructural e inexplicablemente,
descentralizada”, denuncia este sector en su último documento.
Para el grupo, “los laboratorios de producción pública de
medicamentos están sujetos, según su pertenencia, a diferentes ámbitos
administrativos (nacionales, provinciales, municipales, universidades,
ministerios, sociedades de estado), aspecto no menor en cuanto a las
dificultades para su integración”. Por eso la necesidad de articulación que da
la ley, que en su momento dio la Red Nacional de Laboratorios de Producción
Pública de Medicamentos (RELAP).
“En los últimos 10 años hemos asistido al mayor apoyo al
sector ciencia en los últimos 50 años. Un aspecto valioso y reconfortante que
implica haber tomado decisiones políticas claras en algunos aspectos”, admite
este espacio de debate. Sin embargo, advierte, “ante eventuales críticas los
funcionarios no deberían actuar siempre a la defensiva o hablando de sus logros
-que por otra parte son claramente reconocidos- sino que deberían abrir el
juego, o el debate, a otras instancias quizás más complejas pero de gran
impacto económico y social que harían sustentable al sector, porque las
críticas también se plantean desde la posibilidad de construcción y no sólo
desde una oposición sistemática, inorgánica u oportunista”.
En la Argentina existen 40 laboratorios de producción de
medicamentos, aunque 9 son apenas farmacias hospitalarias que fraccionan
comprimidos. Los que han alcanzado un elogiable nivel de gestión y producción
son, según los especialistas, Puntanos de San Luis, Hemoderivados de Córdoba,
Laboratorio de Especialidades Medicinales (LEM) de Rosario y Laboratorio
Industrial Farmacéutico (LIF) de Santa Fe, que tienen modelos de funcionamiento
autárquico.
Fuente: Mirada Profesional Farmacéutica
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