El gobierno japonés confirmó que
investiga al laboratorio de origen suizo por la promoción de Diovan, un fármaco
para tratar la hipertensión arterial. Según los primeros indicios, la firma
habría incurrido en “publicidad fraudulenta” por utilizar un ensayo clínico con
datos manipulados. Desde 2006 ese estudio fue citado 700 veces en publicaciones
y panfletos para médicos.
En 2013 será recordado por muchas farmacéuticas como el año
de las multas. En varias partes del mundo los laboratorios vieron cuestionadas
sus políticas de promoción y venta de medicamentos al punto que alguna tuvo que
pagar millonarias sumas para evitar males mayores. Al cierre del año, la suiza
Novartis se suma al “club de las denunciadas”. Es que la firma deberá afrontar
un inminente proceso legal en Japón, donde las autoridades la acusan de
promocionar de forma indebida un fármaco contra la hipertensión. Por la dureza
de las leyes niponas, Novartos podría recibir una sanción histórica.
Según informó el diario la Vanguardia de España, la
farmacéutica suiza está siendo investigada por la campaña de promoción lanzada
en ese país para Diovan, un medicamento para tratar la hipertensión arterial.
El ministerio de Sanidad de Japón confirmó en esta semana que buscará
involucrar a la rama nipona de Novartis por “publicitar de forma engañosa” este
tratamiento.
La decisión se produce después de que el pasado septiembre
un comité de expertos de esa cartera concluyera que la subsidiaria nipona de la
farmacéutica suiza utilizó informes que “contenían datos manipulados para
promocionar este vasodilatador”. Según los expertos del Ministerio, Novartis
habría incurriendo en “un delito de publicidad fraudulenta”.
El informe utilizado por la farmacéutica para promocionar en
Japón Diovan, un medicamento que ya se comercializa en 100 países, fue
elaborado por dos universidades japonesas y aseguraba que era efectivo para prevenir el infarto cerebral. Un ex empleado de
Novartis participó en el análisis clínico de las universidades niponas, tras
recibir la aprobación de su supervisor y, además, la compañía suiza apoyó este
estudio con cerca de 570 millones de yenes (4 millones de euros), informó la
agencia Kyodo.
El informe elaborado por la Universidad de la Prefectura de
Kioto y la Escuela de Medicina de Jikei de Tokio fue citado más de 700 veces en
anuncios publicados en revistas médicas y panfletos desde el año 2006.
Las leyes niponas sobre la promoción de medicamentos son muy
estrictas y la pena por anunciar un producto de forma fraudulenta en Japón
puede llegar a hasta los dos años de prisión y a multas de hasta 2 millones de
yenes (14.000 euros) para la persona responsable. Novartis comercializa este
vasodilatador en Japón desde el año 2000, lo que le reportó a la compañía un
beneficio de 100.000 millones de yenes (700 millones de euros) en 2005, y
alcanzó los 140.000 millones de yenes en 2009 (986 millones de euros).
Este año las farmacéuticas más importantes del planeta
debieron enfrentar procesos muy duros en materia de corrupción. El más saliente
es el que se lleva adelante en China, donde tres grandes compañías
multinacionales como Glaxo, Bayer y Sanofi están acusadas de pagar millones de
dólares en sobornos a los médicos locales para que receten sus medicamentos.
Por el caso las firmas formas podrían ser sancionadas con millonarias multas e
incluso ser expulsadas del país asiáticos.
Fuente: Mirada Profesional Farmacéutica
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