lunes, 20 de julio de 2015

Buenos Aires: faltan pediatras, neonatólogos y terapistas en los hospitales

Son algunas de las especialidades consideradas críticas, para las cuales en algunos casos quedan vacantes cargos y residencias.

Los números manejados por el Colegio de Médicos de La Plata son contundentes. De los 7688 médicos matriculados en la zona, apenas 12 son cirujanos pediátricos, 17 cirujanos de tórax, 19 emergentólogos, 60 médicos generalistas o de familia, 96 especialistas en terapia intensiva, y 122 neonatólogos. Estas cifras expresan en toda su magnitud el creciente problema de las especialidades críticas - las mencionadas son las más notorias, aunque se suman otras- que genera que en algunos casos cueste conseguir especialistas para guardias, queden cargos vacantes en los hospitales o no se logren ocupar todas las residencias en los hospitales de la zona, con el consiguiente recargo de los profesionales hospitalarios, quienes a veces deben conseguir ellos mismos sus relevos y encuentran serias dificultades para encontrarlos.

Los más buscados


El problema afecta tanto al sector público como al privado y hay múltiples argumentos que se esgrimen para explicarlo. Jorge Mazzone, presidente del Colegio de Médicos local menciona tres: los bajos salarios, las malas condiciones laborales y el asedio judicial. Si bien estos elementos los sufre la medicina en general, son más notorios en algunas especialidades que en otras. Y son precisamente las más expuestas a ellos las que en los últimos años se convirtieron en críticas, que son las anteriormente mencionadas más la obstetricia (238 profesionales en La Plata), la clinica médica (351) y la pediatría (467).

Esta situación que se expresa en La Plata en profesionales sobreexigidos, cargos vacantes y hasta residencias que no llegan a cubrirse, se profundiza todavía más en el interior provincial, donde hay localidades que carecen directamente de algunos especialistas. O, como en la cercana Brandsen, donde un reducido grupo de pediatras atienden a toda la población del lugar y de localidades vecinas (ver aparte).

Oficialmente se reconoce la existencia del problema, aunque el subsecretario de Planificación de la Salud, Alejandro Costa, destaca que sólo en algunos casos puntuales quedan cargos sin cubrir y residencias vacantes. Y subraya el peso fundamental que tiene en esta problemática el pluriempleo de los médicos, fomentado en la fragmentación del sistema de salud y convertido en un rasgo saliente, en los últimos años, de la dinámica laboral dentro de la medicina. Costa describe, además, una serie de acciones que se pusieron en marcha en los últimos años para resolver este problema, que permitió dar respuesta a momentos críticos registrados en los años recientes vinculados con la falta de cirujanos pediátricos y los anestesistas. Al mismo tiempo, se habla de reducción de los tiempos de formación en algunas d elas especialidades en cuestión y de programas en marcha para incentivar que más médicos se radiquen en el interior, así como tambien de un sondeo recientemente encarado para saber en detalle la situación de los ingresos médicos en todos los sectores . Y de un proyecto para sentar a una misma mesa y comprometer a todos los actores de la salud (públicos y privados) para tratar el problema específico de las especialidades críticas.

Desde la Facultad de Medicina de la Universidad de La Plata, su actual decana, Ana Lía Errecalde, aporta otro factor que estaría incidiendo en que algunas especialidades médicas se encuentren cada vez más amenazadas: la creciente feminización de la carrera. “Hoy el 70% de la matrícula es femenina. Y se cree que muchas mujeres optan por especialidades con menos exigencia horaria, menos guardias y menos tensión, más compatibles con la posibilidad de tener una familia”, dice Errecalde.

En el día a día

Mientras esto sucede, la escasez de especialistas genera problemas, en mayor o menor medida, en el funcionamiento cotidiano de hospitales, centros de salud y sanatorios privados.

Laura Costanzo es presidente de la CICOP (el gremio que nuclea a los profesionales de la salud) del Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero y cuenta que en ese nosocomio la falta de especialistas se nota en el área de pediatría, salud mental y emergencias, entre otras.

“En pediatría hay cargos sin cubrir. Hay días que queda un sólo pediatra de guardia, que está obigado a participar en los traslados cuando hay que hacer alguna derivación. Si eso pasa, el hospital se queda sin pediatra. En salud mental la nueva ley dispone que se conformen equipos específicos que no se conformaron y en emergencias, cuando recientemente se produjo un caso resonante de usurpación con desalojo en Abasto, en el que hubo incidentes y heridos, llamaban al ambulancia, pero no podía ir porque no había emergentólogo”, dice Costanzo, quien prefiere no hablar de una crisis de las especialidades, sino de “una crisis del sistema sanitario en relación a condiciones de trabajo, salarios y falta de personal”.

Vanina Zuchelli trabaja como pediatra de guardia en ese hospital y destaca que “hace dos años que tenemos cargos vacantes en pediatría. Nadie los quiere tomar. Mientras tanto, los médicos de la guardia estamos sobreexigidos, porque la población que atiende el hospital aumentó mucho: si hace algunos años el promedio de partos diarios que se producían eran 5, hoy son entre 10 o 12. Muchas veces se hacen guardias con un solo pediatra y para el médico quedarse solo implica una serie de riesgos, entre ellos el de enfrentar a una creciente violencia que se vive en las guardias (ver página 31). La sala especializada en enfermedas respiratorias pediátricas hace dos años que no se abre por falta de personal. Y mientras tanto nadie quiere tomar una guardia por la que se le ofrecen entre 2.500 y 3.000 pesos cuando en privado, o en algunos hospitales de administración mixta, pueden ganar hasta el doble”.

Ricardo Nájera es terapista y menciona los datos que se manejan a nivel nacional según la Asociación Argentina de Terapia Intensiva: la crisis de la especialidad es sostenida y se agrava cada vez más.. Hoy faltan 2.000 terapistas en la Argentina y se estima que el 50% de las plazas vacantes para hacer residencias no se cubren. Está sonando una alarma que nadie escucha: en 10 años no vamos a conseguir gente capacitada en terapia, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una especialidad muy compleja y que requiere mucho tiempo de formación.

Para Nájera, que es jubilado del hospital San Martín y hoy coordina la terapia intensiva de un sanatorio privado, conseguir personal es un desafío cada vez más difícil de enfrentar. Y no duda: los nuevos profesionales no eligen la especialidad (como tantas otras de las críticas) porque está mal paga (entre 12.000 y 15.000 pesos mensuales para un médico de planta) y porque los expone a un fuerte desgaste.

49.444

Es el total de médicos que hay en todo el territorio bonaerense. Además de la falta de algunos especialistas en áreas consideradas críticas, otro de los problemas que enfrenta el sistema de salud es la mala distribución de los profesionales: muchos en las ciudades, pocos en el interior.

Fuente: El Día

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