Son algunas de las especialidades consideradas críticas,
para las cuales en algunos casos quedan vacantes cargos y residencias.
Los números manejados por el Colegio de Médicos de La Plata
son contundentes. De los 7688 médicos matriculados en la zona, apenas 12 son
cirujanos pediátricos, 17 cirujanos de tórax, 19 emergentólogos, 60 médicos
generalistas o de familia, 96 especialistas en terapia intensiva, y 122
neonatólogos. Estas cifras expresan en toda su magnitud el creciente problema
de las especialidades críticas - las mencionadas son las más notorias, aunque
se suman otras- que genera que en algunos casos cueste conseguir especialistas
para guardias, queden cargos vacantes en los hospitales o no se logren ocupar
todas las residencias en los hospitales de la zona, con el consiguiente recargo
de los profesionales hospitalarios, quienes a veces deben conseguir ellos
mismos sus relevos y encuentran serias dificultades para encontrarlos.
Los más buscados
El problema afecta tanto al sector público como al privado y
hay múltiples argumentos que se esgrimen para explicarlo. Jorge Mazzone,
presidente del Colegio de Médicos local menciona tres: los bajos salarios, las
malas condiciones laborales y el asedio judicial. Si bien estos elementos los
sufre la medicina en general, son más notorios en algunas especialidades que en
otras. Y son precisamente las más expuestas a ellos las que en los últimos años
se convirtieron en críticas, que son las anteriormente mencionadas más la
obstetricia (238 profesionales en La Plata), la clinica médica (351) y la
pediatría (467).
Esta situación que se expresa en La Plata en profesionales
sobreexigidos, cargos vacantes y hasta residencias que no llegan a cubrirse, se
profundiza todavía más en el interior provincial, donde hay localidades que
carecen directamente de algunos especialistas. O, como en la cercana Brandsen,
donde un reducido grupo de pediatras atienden a toda la población del lugar y
de localidades vecinas (ver aparte).
Oficialmente se reconoce la existencia del problema, aunque
el subsecretario de Planificación de la Salud, Alejandro Costa, destaca que
sólo en algunos casos puntuales quedan cargos sin cubrir y residencias
vacantes. Y subraya el peso fundamental que tiene en esta problemática el
pluriempleo de los médicos, fomentado en la fragmentación del sistema de salud
y convertido en un rasgo saliente, en los últimos años, de la dinámica laboral
dentro de la medicina. Costa describe, además, una serie de acciones que se
pusieron en marcha en los últimos años para resolver este problema, que permitió
dar respuesta a momentos críticos registrados en los años recientes vinculados
con la falta de cirujanos pediátricos y los anestesistas. Al mismo tiempo, se
habla de reducción de los tiempos de formación en algunas d elas especialidades
en cuestión y de programas en marcha para incentivar que más médicos se
radiquen en el interior, así como tambien de un sondeo recientemente encarado
para saber en detalle la situación de los ingresos médicos en todos los
sectores . Y de un proyecto para sentar a una misma mesa y comprometer a todos
los actores de la salud (públicos y privados) para tratar el problema
específico de las especialidades críticas.
Desde la Facultad de Medicina de la Universidad de La Plata,
su actual decana, Ana Lía Errecalde, aporta otro factor que estaría incidiendo
en que algunas especialidades médicas se encuentren cada vez más amenazadas: la
creciente feminización de la carrera. “Hoy el 70% de la matrícula es femenina.
Y se cree que muchas mujeres optan por especialidades con menos exigencia
horaria, menos guardias y menos tensión, más compatibles con la posibilidad de
tener una familia”, dice Errecalde.
En el día a día
Mientras esto sucede, la escasez de especialistas genera
problemas, en mayor o menor medida, en el funcionamiento cotidiano de
hospitales, centros de salud y sanatorios privados.
Laura Costanzo es presidente de la CICOP (el gremio que
nuclea a los profesionales de la salud) del Hospital Alejandro Korn de Melchor
Romero y cuenta que en ese nosocomio la falta de especialistas se nota en el
área de pediatría, salud mental y emergencias, entre otras.
“En pediatría hay cargos sin cubrir. Hay días que queda un sólo
pediatra de guardia, que está obigado a participar en los traslados cuando hay
que hacer alguna derivación. Si eso pasa, el hospital se queda sin pediatra. En
salud mental la nueva ley dispone que se conformen equipos específicos que no
se conformaron y en emergencias, cuando recientemente se produjo un caso
resonante de usurpación con desalojo en Abasto, en el que hubo incidentes y
heridos, llamaban al ambulancia, pero no podía ir porque no había
emergentólogo”, dice Costanzo, quien prefiere no hablar de una crisis de las
especialidades, sino de “una crisis del sistema sanitario en relación a
condiciones de trabajo, salarios y falta de personal”.
Vanina Zuchelli trabaja como pediatra de guardia en ese
hospital y destaca que “hace dos años que tenemos cargos vacantes en pediatría.
Nadie los quiere tomar. Mientras tanto, los médicos de la guardia estamos
sobreexigidos, porque la población que atiende el hospital aumentó mucho: si
hace algunos años el promedio de partos diarios que se producían eran 5, hoy
son entre 10 o 12. Muchas veces se hacen guardias con un solo pediatra y para
el médico quedarse solo implica una serie de riesgos, entre ellos el de
enfrentar a una creciente violencia que se vive en las guardias (ver página
31). La sala especializada en enfermedas respiratorias pediátricas hace dos
años que no se abre por falta de personal. Y mientras tanto nadie quiere tomar
una guardia por la que se le ofrecen entre 2.500 y 3.000 pesos cuando en
privado, o en algunos hospitales de administración mixta, pueden ganar hasta el
doble”.
Ricardo Nájera es terapista y menciona los datos que se
manejan a nivel nacional según la Asociación Argentina de Terapia Intensiva: la
crisis de la especialidad es sostenida y se agrava cada vez más.. Hoy faltan
2.000 terapistas en la Argentina y se estima que el 50% de las plazas vacantes
para hacer residencias no se cubren. Está sonando una alarma que nadie escucha:
en 10 años no vamos a conseguir gente capacitada en terapia, sobre todo
teniendo en cuenta que se trata de una especialidad muy compleja y que requiere
mucho tiempo de formación.
Para Nájera, que es jubilado del hospital San Martín y hoy
coordina la terapia intensiva de un sanatorio privado, conseguir personal es un
desafío cada vez más difícil de enfrentar. Y no duda: los nuevos profesionales
no eligen la especialidad (como tantas otras de las críticas) porque está mal
paga (entre 12.000 y 15.000 pesos mensuales para un médico de planta) y porque
los expone a un fuerte desgaste.
49.444
Es el total de médicos que hay en todo el territorio
bonaerense. Además de la falta de algunos especialistas en áreas consideradas
críticas, otro de los problemas que enfrenta el sistema de salud es la mala
distribución de los profesionales: muchos en las ciudades, pocos en el interior.
Fuente: El Día
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