Las experiencias más positivas de control del Dengue y
enfermedades vectoriales tuvieron una fuerte participación ciudadana en el
control vectorial pero con el Estado como articulador y contralor de medidas
preventivas de carácter permanentes, explica la doctora Marina Stein,
investigadora de la UNNE, respecto a la proliferación del Dengue y riesgo de
Zika y Chikungunya. Señala que en la región NEA en los últimos años el mosquito
Aedes aegypti muestra actividad todo el año y muchas condiciones favorecen su
desarrollo.
“En enfermedades de transmisión vectorial como el Dengue,
Zika o Chikungunya el control del mosquito vector es lo más importante” destacó
la doctora Stein en relación a la necesidad de fortalecer dichas acciones.
Stein, Doctora en Biología, es Jefa del Área de Entomología
del Instituto de Medicina Regional de la UNNE, e investigadora del CONICET, y
lidera un equipo de trabajo que hace años estudia a Aedes aegypti y otros
mosquitos en la región.
La profesional se refirió a la actual epidemia de Dengue en
el país, con epicentro en la región Nordeste, y señaló que era algo previsible
por los altos índices vectoriales previos a la presencia de casos. “Nunca se
sabe exactamente cuándo va a ocurrir una epidemia, pero si los índices
vectoriales son elevados y conocemos de la circulación de los virus en países
limítrofes y con alto intercambio turístico con Argentina entonces es
previsible esperar epidemias en las épocas de mayor abundancia del vector para
nuestro país”.
En ese sentido, sostuvo que se observa un gran esfuerzo de
diferentes organismos del Estado para enfrentar esta epidemia, pero en realidad
esos esfuerzos debieran disponerse de manera permanente, a lo largo de todo el
año, no sólo en acciones de control vectorial, también en la difusión, y
“quizás se evitarían epidemias de la magnitud de la actual en relación a Dengue
y otras enfermedades”.
Recordó que el mosquito Ae. aegypti participa en la
transmisión de Dengue, Zika, Chicungunya y puede transmitir más de 80 virus,
aunque en Argentina sólo se registraron casos de las tres enfermedades citadas,
de estas dos últimas sólo casos importados.
Expresó que en el actual contexto de epidemia se está
poniendo el foco de atención en la responsabilidad del ciudadano en controlar
criaderos en su domicilio, cuando se trata de una responsabilidad colectiva,
siendo el dengue un problema social, con múltiples factores asociados.
Los diferentes medios de difusión remarcan el hábito
domiciliario de Ae. aegypti, por lo que la responsabilidad de su presencia
recae casi exclusivamente en el ciudadano. “Nosotros decimos que Ae. aegypti es
un mosquito urbano, dónde el domicilio es uno de los sitios en el que podemos
encontrarlo, pero no debemos olvidar los cementerios, chacharitas, gomerías,
construcciones abandonadas, y otros lugares públicos, etc., pues es común
encontrar criaderos en estos sitios, observándose un déficit en el control
vectorial que está en manos del Estado”.
Para la especialista, si bien la participación ciudadana es
clave, es el Estado el que debe garantizar y monitorear acciones que permitan
el control del mosquito Aedes aegypti, tanto en situaciones de brotes pero
principalmente debe hacerlo a lo largo de todo el año con carácter preventivo.
Manifestó que el Dengue, como otras tantas enfermedades,
afecta más a los grupos sociales más pobres, precisamente porque disponen de
viviendas precarias con ausencia de telas mosquiteros en puertas y ventanas,
presencia de ranuras u orificios en paredes y techos, entre otras cuestiones,
sumados a la falta de confort, falta de aire acondicionado, y carencia de
servicios de agua corriente y cloacas, “haciendo a esta población más
vulnerable frente a quienes disponen de ellos. Es decir que estos sectores
están más expuestos a las picaduras de Aedes. Aegypti”.
Asimismo, el acceso a tiempo a los servicios de salud
también condicionará su posibilidad de recuperación. “Por lo que no podemos
afirmar que el dengue nos afecta a todos por igual sólo por el hecho de que el
mosquito no discrimina clases sociales” agrega.
Además se mantienen elevados los niveles de población sin
servicio domiciliario de agua potable, que se ven obligados a acumular agua en
recipientes con el riesgo que implica.
Justamente, sobre las responsabilidades en la lucha contra
el Dengue, la doctora Stein indicó que las experiencias positivas de control
del vector, como Cuba, tienen como característica el fuerte rol articulador del
Estado, con políticas permanentes de control vectorial, educación ciudadana, sistemas
de salud eficientes, y participación de diferentes sectores de la sociedad.
Si se observa el mapa epidémico de América (2015-2016), se
observa que el único país sin casos de Dengue, Zika o Chikungunya es Cuba.
Stein recordó que Argentina logró eliminar al vector,
certificando en 1965 su “erradicación” junto a 16 países de América. Pero en
1986 se constató la re-infestación con Ae. aegypti en el país y en 1998 se
documentó la primera epidemia de Dengue luego de la reinfestación.
“Se pudo haber educado a varias generaciones respecto a esta
problemática, y no me refiero sólo a los niños ya que somos los adultos los que
debemos dar ejemplo” sostuvo la investigadora y acota que se debieron haber
realizado las inversiones que permitieran la modificación del ambiente urbano
para evitar que los ciudadanos deban acumular agua, y campañas permanentes de
control con eliminación de criaderos como eje central.
Señaló que hace décadas ya se hablaba de lograr vacunas
contra el Dengue, la Organización Mundial de la Salud no ha autorizado aún
ninguna.
“Si tenemos en cuenta que Ae. aegypti puede transmitir más
de 80 virus, como señalamos antes, tendríamos que pensar en 80 vacunas. ¿Es
posible o necesario fabricar tantas vacunas? Creemos que es más factible y
necesario el control del vector. Nuevamente Cuba es el ejemplo de ello” opinó.
Consideró que en la actual situación lo más pertinente no es
hablar de “erradicar” el Aedes aegypti sino de “controlarlo” pues son muchos
los factores que se conjugan para su proliferación. Agregó que campañas
intensivas quizás no lo eliminen pero reducirían al mínimo su población
evitando grandes epidemias como las actuales.
Reiteró que si se mantuvieran los esfuerzos una vez que pase
la epidemia, seguro se observarían resultados positivos.
Evidencias científicas demuestran que en la región se
constata una actividad del mosquito vector prácticamente todo el año, cuando
hace una década la población de mosquitos adultos desaparecía en el invierno.
Además, Stein comentó que hay países limítrofes, como Paraguay, que están
teniendo casos de Dengue todo el año (endemia), por lo que si Argentina y la
región NEA tienen mosquito todo el año podrían iniciarse brotes más temprano
que en años anteriores.
Asimismo, se detectó la presencia del mosquito Ae. aegypti
en recipientes naturales como huecos de árbol, axilas de bromelias, cuando se
lo registraba sólo en recipientes artificiales.
En otros países de América se considera que en la
propagación de la actual epidemia de Dengue podría estar participando también
otro vector, Aedes albopictus, que transmite los mismos virus que Aedes aegypti
y muestra una mejor adaptación a ambientes naturales para su reproducción y a
condiciones más templadas de temperaturas. En Argentina sólo se lo encontró
hace varios años en Misiones pero no se comprobó si participa en la transmisión.
El cambio climático, altas temperaturas, cons¬tan¬tes
llu¬vias y la per¬sis¬ten¬cia de hu¬me¬dad fa¬vo¬re¬cen la re¬pro¬duc¬ción del
vector, y el actual Fenómeno del Niño que se registra en Sudamérica estaría
acentuando los brotes de Dengue. Se suma la cercanía de la región nordeste con
Brasil y Paraguay, que registran gran cantidad de casos.
“Todo nos lleva al control vectorial, por medio de fuertes
acciones preventivas y cambios de conductas ciudadanas” manifestó.
Sistemas de salud. Consultada sobre la actuación del sistema
sanitario ante el Dengue, señaló que “en situaciones de epidemia lo más
importante es atender la salud”.
Explicó que el Dengue tiene una baja mortalidad y en muchos
casos con sintomatología no grave. Los especialistas coinciden que el
responsable de un muerto por Dengue es una falla en el sistema de salud, por no
haber atendido a tiempo o no haber tratado bien al paciente.
Actualmente se califica a los casos de Dengue como “sin
signos de alarma”, “con signos de alarma” y “grave”. El caso “grave” es lo que
habitualmente se catalogaba como “Dengue hemorrágico” y se le atribuía un alto
riesgo mortal. “Si el paciente está controlado es difícil que tenga un
desenlace mortal”.
Fumigaciones. La profesional señaló que es la opción en casos
de epidemia y debe hacerse bajo estrictas normas internacionales, no lo hace un
ciudadano común. La implementación de fumigaciones en momentos
inter-epidémicos, es decir, cuando no hay casos de dengue, no son necesarias ya
que no hay transmisión en ese momento.
La fumigación se aplica para matar al adulto que en caso de
haber personas con dengue pueden transmitir el virus a otras. “ del mosquito a
los químicos, además de matar otros insectos y los peligros de exponer a la
población humana a los productos usados”.
Expresó que muchas veces ante la falta de efectividad de la
educación ciudadana o la falta de efectividad del Estado sobre el ambiente “se
lanzan fumigaciones que no son necesarias”.
Al respecto, explica que cuando se dice que el mosquito Ae. aegypti
cría en neumáticos se hace referencia a que la hembra selecciona este sitio
para depositar sus huevos con cierta preferencia frente a otros criaderos. Lo
hace porque el neumático es un sitio oscuro, de boca muy amplia, con paredes
rugosas ideal para que los huevos se adhieran a las paredes. Además, la forma
de este recipiente hace que sea difícil desagotar el agua y esta permanece
estable el tiempo suficiente para la emergencia de los adultos. El caucho con
el que está hecho el neumático mantiene la temperatura del agua más o menos
estable. Todas condiciones muy favorables para que crie el mosquito.
Principalmente si los neumáticos están abandonados y a la intemperie para que
se cargue con agua de lluvia.
“¿Dónde podría estar el huevo del mosquito en una rueda de
auto que está andando o en uso? ¿O se hace referencia al mosquito en su fase
adulta? Si es así, cómo podría agarrarse el mosquito adulto con el vehículo en
movimiento a 100 km /hora?” indica al respecto.
“Todas estas acciones no sirven para controlar al vector”
señala y agrega que “sí son muy importantes y sirve, la remoción, tapado,
relleno y/o eliminación de neumáticos en desuso y a la intemperie o cualquier
otra acción que elimine y controle los criaderos del mosquito. Estas acciones
de manipulación del medio, como las de modificación del medio que tiendan a
mejorar la calidad de vida de las personas son las que a la larga contribuyen a
controlar el vector” finalizó Stein.
Fuente: Portal Tierra de Periodistas
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