El oficial, que ya fue separado, irrumpió en el shock room
donde está internada su hija.
El personal médico del hospital de
Niños de esta capital vivió un momento de tensión extrema el domingo a la
madrugada, cuando un policía que tiene a su hija internada ingresó por la
fuerza al shock room, remontó su arma y los amenazó. El hecho fue denunciado
por las autoridades del centro sanitario ante la Justicia, que imputó al
uniformado, identificado como Pablo Miguel Zavaleta, de 25 años, por
"amenazas y otros delitos".
Desde el Ministerio de Seguridad provincial confirmaron hoy
que el policía fue suspendido en sus funciones, se le retiró el arma
reglamentaria y se le inició un sumario administrativo. De todos modos, el
Gobierno minimizó el incidente, al que calificó como "un hecho
aislado", mientras que la ministra de Salud provincial, Roxana Chahla
solicitó a los familiares de los pacientes que "confíen en los
médicos".
En tanto, los empleados del hospital pediátrico realizaron
este mediodía una asamblea para exigir mejores condiciones de seguridad para
realizar su tarea y estudian la posibilidad de iniciar un plan de lucha hasta
obtener respuestas. "Queremos que de una vez por todas se adopten las
medidas necesarias para resguardar nuestra integridad física, que viene siendo
amenazada con este tipo de hechos, donde los padres de los pacientes se ponen
violentos y agreden al personal", dijo a LA NACION la doctora Cristina
Argota, vocera de los trabajadores.
La profesional contó que hoy vivieron otro momento de
tensión cuando el policía que denunciaron ante la Justicia pasó por el lugar
donde hacían la asamblea en una actitud intimidante. "El agresor pasó por
la asamblea hospitalaria desafiante, riéndose, provocador con toda la impunidad
que le da este gobierno", se quejó la profesional, quien anticipó que
podrían parar la guardia del hospital para exigir mejores condiciones de
seguridad.
El hecho
Los trabajadores de la salud contaron que el hecho tuvo
lugar aproximadamente a la 1 de la madrugada del domingo, cuando el policía
amenazó al personal de seguridad privada del hospital para que lo dejen entrar
al shock room donde atendían a su hija de 3 años, quien padece una grave
cardiopatía. Según los testigos, cuando entró a la sala, el uniformado sacó su
arma reglamentaria y le apuntó al personal, lo que provocó pánico entre los
familiares de otros pacientes que estaban siendo atendidos.
La médica que estaba encargada de la guardia, quien pidió
mantener su nombre bajo reserva, dijo que la pequeña ingresó a las 23.30, en un
estado cianótico, con graves dificultades para respirar, como consecuencia de
una afección cardíaca congénita que padece y por la que fue operada hace unos
meses (la pequeña nació con un ventrículo único). Según la profesional, el
padre de la nena entró a los gritos, les dijo que estaba desesperado, sacó su
arma y la remontó. La médica le dijo a Zavaleta que su nena ya había sido
estabilizada y que se iba a recuperar, con lo que logró calmarlo.
"No sólo en Tucumán, en todo el mundo existen este tipo
de incidentes que son impredecibles. Entendemos la angustia, miedo, temor de
los familiares de un paciente internado pero tienen que confiar en el sistema
de salud porque hay profesionales altamente capacitados", comentó la
ministra Chahla.
Por su parte, el secretario de Seguridad Ciudadana, Paul
Hofer, informó que el policía que amenazó a los médicos fue suspendido y está
siendo sumariado. "Desde Seguridad tenemos no sólo la obligación sino el
deber de actuar conforme a reglamento", expresó.
Fuente: La Nación
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