Por ahora, el permiso es para uso hospitalario. Pero el laboratorio autorizado a producirlo solicitó cambiar la condición de expendio y espera que para fin de año se pueda conseguir en farmacias.
Uno de los saldos del proceso de debate por el aborto legal fue, sin lugar a dudas, la popularización y masividad en el conocimiento del misoprostol, la droga que la Organización Mundial de la Salud considera un medicamento esencial y que recomienda para interrumpir los embarazos de manera segura.
En medio de este proceso, en julio, la Autoridad Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) autorizó a Laboratorio Domínguez, una empresa nacional con más de 100 años de trayectoria, a producirlo en una concentración que pueda utilizarse con fines gineco-obstétricos, aunque solo para uso hospitalario por el momento.
A través de la disposición 6726/2018 del 2 de julio, la ANMAT definió: "Autorízase a la firma Laboratorio Domínguez S.A. para la especialidad medicinal que se denominará MISOP 200, la nueva concentración de Misoprostol 200 ug, forma farmacéutica comprimidos vaginales".
En el anexo de la autorización, la agencia permitió la comercialización de envases con 4, 8, 20,48 y 100 comprimidos, con la condición de venta exclusiva con receta archivada y para uso hospitalario. Esto último fue una respuesta a la presentación realizada por el laboratorio, que inicialmente solo pidió esta condición de expendio.
Antes de fin de año
La directora técnica de Laboratorio Domínguez, la farmacéutica Sandra Carina Rismondo, le confirmó a El Cronista que estiman que antes de fin de año podrán producir el medicamento y que se presentarán en las licitaciones que realice el Ministerio de Salud para la compra de la droga.
'Es un gran logro científico de una empresa nacional con 114 años de historia. El equipo comenzó a investigar en 2009 y logró desarrollar el comprimido de 25 ug (que se usa para inducción de parto únicamente). Luego seguimos avanzando y desarrollamos un producto de mayor concentración, que es el que ahora aprobaron", contó la directora técnica de Domínguez en diálogo con este medio.
Rismondo también detalló que hicieron una presentación a principios de agosto en la ANMAT solicitando el cambio en las condiciones de expendio para que el producto, en su envase de 12 comprimidos, pueda comercializarse en farmacias, aunque seguiría su venta bajo receta archivada.
"Este expediente está en evaluación y esperamos que antes de fin de año, si es aprobado a la brevedad, podamos comercializar el producto en las farmacias a un precio sustancialmente más económico que el que se consigue actualmente en el mercado", detalló Rismondo.
Pedido en estudio
Consultados por El Cronista, desde la ANMAT aseguraron que el pedido "está en estudio" aunque no adelantaron plazos ni eventuales respuestas a la solicitud del laboratorio.
En la actualidad, el misoprostol se consigue en las farmacias argentinas en una sola presentación, combinado con diclofenac y es producido por un solo laboratorio. Además, ese medicamento (cuyo nombre comercial es Oxaprost) no está autorizado con fines ginecológicos sino para uso gástrico.
Con esta decisión de la ANMAT se avanza en la protección de la salud de las personas gestantes que quieren abortar, ya que contarían con un medicamento especialmente desarrollado y orientado al uso ginecológico, tal como recomienda la OMS.
Durante el proceso de evaluación de la ANMAT, el Centro de Estudios Legales y Sociales, junto a Lesbianas y Feministas por la descriminalización del aborto y Nuevo Encuentro de la Ciudad de Buenos Aires, se presentaron ante el organismo para solicitarle que la agencia "reconozca los usos obstétricos del misoprostol". También pidieron que "cesen las restricciones a la comercialización" es decir, que se pueda comprar sin receta en la farmacia, aunque la ANMAT todavía no respondió a este último pedido.
Luciana Sánchez, abogada de Lesbianas y Feministas, le dijo a El Cronista que es una "buena noticia" pero que, mientras no se consiga en farmacias, "no tocan el mercado clandestino" ya que los precios se fija únicamente para los hospitales.
"Esto va a hacer que las personas sigan pagando caro el misoprostol, porque el producto que se consigue hoy en las farmacias (el Oxaprost) cuesta más de 4000 pesos y se genera un mercado clandestino", aseguró Sánchez, y remarcó que es fundamental que la ANMAT le quite la receta (como sucedía en la Argentina antes de 1998) para que se "asegure el mayor acceso posible".
Fuente: El Cronista
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